Esta primavera no es solo un renacimiento, es un resurgimiento. No solo habrá un resurgimiento, sino una explosión de color y libertad. El latido colectivo se acelera, el zumbido aumenta, el estado de ánimo se ilumina. El mundo se desarrolla frente a nosotros y una vez más se nos plantea una pregunta que nunca pensamos que daríamos por sentada: ¿Cuáles son tus planes?

El plan: ponerse un outfit que tenías olvidado, traer el drama con delineador de ojos alado y rocía una fragancia llamativa. ¡Estamos entusiasmados con la promesa de resurgir en un mundo donde gritamos nuestros estados de ánimo con maquillaje, nos sentamos en las mesas de acera para el brunch y giramos en el centro de las pistas de baile!

Por eso, esta primavera, también nos comprometemimos con nosotros mismos. Cuando sentimos nostalgia por los días de cuidado personal tranquilo o nos sentimos abrumados por una serie de planes, honraremos este sentimiento. Que el mundo abra sus puertas no significa que los momentos reservados solo para nosotros deban perderse.

Porque ahora vemos que es el equilibrio entre hacer más y no hacer nada lo que en realidad es bastante hermoso.
 

Volvemos a la vida. Volver al equilibrio. De vuelta a la belleza.